La carrera de Isidora Stevenson ha transitado entre la dramaturgia, la narrativa y el guion. Su obra teatral más reciente es la exitosa “Amanda Labarca”, que se estrenó el 10 de mayo de 2023 en el Centro de Extensión del Instituto Nacional (CEINA) y que tuvo una larga temporada con presentaciones en festivales, colegios y salas de teatro. Este interesante trabajo se basó en una investigación sobre la vida y obra de Amanda Labarca (1886-1975), quien fue una figura prominente en la educación y el feminismo en Chile.

En junio de este año, en tanto, publicó “Centauro” un libro que comenzó como una pieza teatral que escribió en 2013, pero que fue rechazada en diversos concursos por no encajar dentro de las categorías establecidas. Tras ser calificada como demasiado narrativa para la dramaturgia y demasiado poética para la narrativa, “Centauro” encontró su espacio en una convocatoria de manuscritos híbridos de la editorial Alquimia, donde finalmente fue seleccionada para su publicación.

El paso de la dramaturgia a lo narrativo fue un proceso entretenido, pero también complejo, afirma. “En la dramaturgia, las palabras están destinadas a ser encarnadas por actores en escena, lo que otorga una dimensión física y visual a lo escrito. En la narrativa, en cambio, la relación entre la palabra y quien lee es mucho más íntima; el texto debe contener por sí mismo la energía y claridad necesarias para que el lector pueda completar el imaginario”.

En las palabras de su autora, “Centauro” se trata de una mujer que recibe un telegrama de su hermano para que vaya a su ciudad natal en la localidad de Coronel a visitar a su padre al que no ve hace muchos años.

Más allá de la importancia de la presencia femenina en las artes, para Isidora es crucial que el centro de sus relatos esté siempre en las mujeres, pero no desde el tradicional punto de vista masculino. Su objetivo es construir personajes femeninos más cercanos a la realidad: complejos, profundos y contradictorios. Este enfoque no es casual, sino que es algo que persigue en cada uno de sus trabajos.

A través de su carrera y con una vasta trayectoria, esta destacada dramaturga, docente, actriz y directora teatral señala que ha podido percibir la falta de educación en torno a los derechos de autor, tanto por parte de los autores como de las instituciones. Subraya la importancia de entender que los derechos de autor no son simplemente el pago por escribir, sino que tienen que ver con la reproducción y exhibición de las obras, un derecho que considera ganado y que aún no es del todo comprendido.

En este contexto, para Stevenson pertenecer a ATN le proporciona tranquilidad. “Tener la certeza de que, si una de mis obras se presenta tanto en Chile como en el extranjero, será correctamente gestionada y que los pagos serán justos y a tiempo, me da mucha seguridad”. Además, ve en ATN un espacio al que puede recurrir en caso de enfrentar dificultades con temas de derechos de autor.

Un buen año ha sido el 2024 para nuestra talentosa socia, quien en noviembre estrenará en el Teatro Municipal de Santiago “La abeja de fuego” una ópera de cámara que explora la vida y los procesos creativos de la escritora María Luisa Bombal, los cuales inspiraron sus obras más conocidas, como “La amortajada” y “La última niebla”. “Estoy muy emocionada con el estreno de “La Abeja de Fuego”, ya que es la primera vez que escribo un libreto para este género”. Basada en una idea original de Francisca Cristópulos, creadora relacionada con el mundo de la ópera y la dirección escénica, la obra se sitúa en la escena bohemia literaria de las décadas de 1930 y 1940 y ofrece un enfoque artístico sobre la vida de la escritora que se destacó por su carácter indomable y su chispeante sentido del humor, características que le valieron el apodo de “la abeja de fuego”.

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